Por las manos de Marc Bernabé (L’Ametlla del Vallès, Barcelona, 1976) pasan gran parte de los mangas que se publican en España. Pero su compromiso con el cómic japonés va más allá, y hace tiempo que lo demuestra en su blog Mangaland, en el que descubre interesantes títulos desconocidos para la mayoría de lectores occidentales. Ahora da un paso más en este afán divulgativo con su nuevo proyecto, Masters of Manga. Lo explica a través de esta entrevista por correo electrónico.

Todo esto necesitó Marc para emprender su proyecto. Foto: Masters of Manga

Masters of Manga‘ es un libro, es un blog, son vídeos… ¿Qué es en realidad?

Buena pregunta. Masters of Manga, si todo va bien, será un libro basado en entrevistas a los autores de manga vivos más representativos de la historia del género, así como a grandes estrellas del cómic japonés actual. Conseguir las entrevistas y realizarlas es una tarea ardua, máxime porque no vivo en Japón y debo hacerlas durante mis viajes al país, y además porque los autores de manga son bastante inaccesibles debido a la gruesa barrera que colocan delante de ellos sus editores y editoriales. Así, calculo que necesitaré un par de años para conseguir un número satisfactorio de entrevistas.

Como estoy recopilando mucho material interesantísimo, no quiero tener que esperar dos años o más en presentarlo a la gente, por lo que he decidido abrir un blog en el que voy dando pequeñas píldoras de información que sirven para presentar el proyecto, crear una base de lectores, pulir mis habilidades de edición de vídeo y en definitiva crear el esqueleto de lo que será el libro.

Casi todas las entrevistas fueron grabadas en vídeo, por lo que el vídeo es un factor fundamental en el blog, ya que presenta a los mangaka tal como son, como personas humanas, en su contexto. Aún no sé qué papel desempeñarán los vídeos en el libro: tal vez no figuren allí y sean un material exclusivo del blog, tal vez se incluya un DVD o incluso es posible, quién sabe, que haya una versión electrónica del libro en la que se puedan ver estos vídeos también. Tal como avanza la tecnología no me parecería descabellado crear un libro multimedia igual a la versión de papel pero con el atractivo de poder ver vídeos en la misma pantalla del e-book reader. Actualmente todas las opciones están abiertas y tendré que estudiarlo con la editorial que quiera desarrollar el proyecto.

¿Por qué la decisión de compartir el desarrollo del proyecto con los lectores?

Porque tengo mucho material fantástico y no puedo esperar a compartirlo con la gente y me gusta mucho interaccionar y hacer “proselitismo” de lo que me gusta: el manga (tanto el actual como el clásico, prácticamente desconocido en estos lares). Además, esto me sirve como promoción previa del futuro libro.

La nómina de autores entrevistados hasta ahora es impresionante y variada: Gosho Aoyama (‘Detective Conan’), Naoki Urasawa (‘Monster’), Kazuo Umezu (‘Aula a la deriva’)… ¿Es difícil acceder a ellos? ¿Cuál es su primera reacción cuando les haces tu propuesta?

Depende del autor. Los hay que tienen páginas web o cuya dirección postal he podido averiguar, con lo que ha sido sencillo contactar directamente con ellos por estas vías, sin pasar por el engorro de las editoriales y los editores. Con muchos otros no he tenido más remedio que pasar por el filtro de la editorial que les publica. Para conseguirlo he tenido que redactar un sólido proyecto en japonés y, para arrancarlo, tirar de contactos y conocidos para conseguir entrevistas.

La reacción que he obtenido es básicamente de respeto. Con el auge del manga en Occidente, cada vez es más frecuente que periodistas o fans quieran conocer a los mangaka, pero muy pocos se presentan con proyectos sólidos o credenciales creíbles, con lo que son ignorados directamente. En mi caso creo que he podido superar estas barreras y conseguirlo, en gran parte porque hablo y escribo japonés, un gran problema para los japoneses, que en general no se sienten cómodos con los extranjeros, por mucho que vayan con intérprete. Además, a la que ven que sé de lo que hablo, les hago preguntas concretas y me he molestado en leer sus obras, se sueltan rápidamente y se relajan.

Kazuo Umezu, o '¿Dónde está Wally?', autor de 'Aula a la deriva'. Foto: Masters of Manga

A la vista de los entrevistados, desde el shonen de Ken Akamatsu (‘Love Hina’) hasta el shojo de Moto Hagio ‘El corazón de Thomas’, pasando por el hentai de Chiyoji (‘Miss 130’) o el gekika, queda claro que tienes en mente hacer un estudio exhaustivo…

Sí, por supuesto. Mi intención es tocar un poco todos los temas, aunque hay áreas en las que cuesta más, como por ejemplo el shōjo, ya que las autoras son generalmente muy tímidas y rehúsan el contacto con los medios de comunicación. Sin embargo, creo que voy por el buen camino para conseguir tocar un poco todas las áreas del manga. En mis 26 primeras entrevistas hay un poco de todo. Creo que el único género importante que me he dejado en esta primera fase es el shōnen ai o yaoi (algo que subsanaré en futuras fases).

¿Es más fácil hacer un trabajo así con ojos de extranjero?

Sí, claro, porque el público japonés está mucho más acostumbrado al manga y las obras generalistas como la que pretendo hacer yo, que tocan un poco de todo, son demasiado superficiales para ellos. Por ejemplo, en Japón existen sesudos estudios dedicados exclusivamente a algo tan concreto como el kashihon manga, pero no hay casi nada dedicado a la historia o a los géneros del manga en general; les falta “vista de pájaro”, pero básicamente es porque no la necesitan.

Aparte, siempre que presento este proyecto a japoneses, tanto de la industria como de fuera de ella, se sorprenden de la cantidad y calidad de las entrevistas que he conseguido en solo la primera fase (Naoki Urasawa, Kazuo Umezu, Takao Saitō y Tetsuya Chiba, sobre todo, son prácticamente dioses para ellos). Siempre me dicen que esto un japonés jamás lo habría podido lograr. Como extranjero que soy parece más sencillo que los autores accedan a ser entrevistados.

¿Cuál ha sido el autor que más te ha sorprendido hasta ahora? ¿Puedes adelantar alguna revelación?

Sorprendido no sé, porque a todos los “conocía” de antemano y sabía más o menos cómo eran, pero me lo pasé especialmente bien con Kazuo Umezu y Hiroshi Hirata. Kazuo Umezu por su adorable excentricidad, porque pude visitar su increíble casa por dentro, y porque es un tío que consigue arrancar una sonrisa a cualquiera solo con su presencia. Hiroshi Hirata porque es una persona que parece muy seria pero en realidad es un viejecito encantador, amabilísimo, que nos dejó alojarnos en su casa en Izu y nos abrió las puertas de par en par de su hogar. Lo pasamos genial con su familia y sus nietas, entrando en su mundo de máquinas, tornos, proyectores de cine y Macs del año de la catapún. En su casa hay todo tipo de trastos, mientras que de manga, paradójicamente, hay más bien poco… Increíble experiencia y con ganas de volver a visitarles.

Creo haber leído que vas a tratar de entrevistar a Akira Toriyama y algún otro totem para los lectores occidentales… ¿Lo ves factible?

Akira Toriyama y Katsuhiro Otomo en particular van a ser casi imposibles porque tengo entendido que no conceden entrevistas a nadie. Lo intentaré, pero me temo que van a rechazar la propuesta. Planeo entrevistar a otros autores famosos, por supuesto, aunque cuanto más famoso y “en la cresta de la ola” esté actualmente, más difícil será. Más que nada porque la mayoría de ellos tienen entregas semanales y trabajan a destajo, apenas tienen tiempo para nada y mucho menos para entrevistas (Gōshō Aoyama en su entrevista comenta que duerme una media de solo 3 horas al día). Es comprensible. Aunque ya te digo que se intentará. De momento me he centrado en mangaka consagrados e históricos para dar cuerpo al proyecto y, con este caché, hacer más difícil que me tumben las entrevistas a las primeras de cambio. Pero ya avanzo que será complicado.

Hace poco has tenido una divertida ‘agria polémica’ con Álvaro Pons por el asombro de este con la calidad del manga clásico. ¿Como dices tú, estamos viendo por aquí solo la punta del iceberg?

Sí, claro. Se está creando manga a toneladas desde hace más de 60 años en Japón, Actualmente salen unos 800-900 tomos nuevos de manga en Japón cada mes (!!). Multiplícalo por 60 años y, ¿cuántos tomos te salen? (por supuesto, la producción de manga no ha sido siempre tan ingente, pero aun así…). Entre estos cientos de miles de tomos se esconden grandes joyas que aún están por descubrir en Occidente, desde los manga alternativos de la revista Garo de los años 60-70 hasta autores contemporáneos como Usamaru Furuya o Shintarō Kago que no entiendo por qué aún no se han publicado aquí, pasando por los grandes clásicos del pasado como Kamui-den, Ninja Bugei-chō, Dōsei Jidai, Kyōfu Shinbun, Ashita no Joe, Kyojin no Hoshi y tantísimas otras obras con mayúsculas…

Hace más de un año, decías aquí que ojalá no se notara mucho la crisis en la edición de manga. Al final va a ser que sí se ha notado.

Bueno, ten en cuenta que yo trabajo directamente en la industria española del manga y puedo notar mucho antes que la gente “de la calle” la evolución de esta industria, lo que pasa es que no puedo decirlo claramente por razones de confidencialidad. Ahora que es obvio el bajón, diré que cuando respondí a esa pregunta ya veía claramente que nos abocábamos a un recorte drástico de novedades, pero no podía decirlo públicamente…

Estamos en un momento delicado, de impasse. Por un lado, el bajón de ventas debido básicamente a la crisis económica y al fácil acceso del manga ilegal vía internet ha hecho que las editoriales empiecen, después de más de 10 años, a cortar series, a dejar de licenciar nuevas series y a hacer menos “experimentos” arriesgados. Por otro lado, el advenimiento del cómic digital también está provocando actitudes mucho más cautas en las editoriales, tanto españolas como japonesas, y ya no se licencia tan alegremente como antes. Quién sabe lo que va a ocurrir.

Los que más vamos a sufrir con la situación somos obviamente los fans del manga más elaborado y adulto: estos son los que más han sufrido el golpe de la crisis y si antes resultaba ligeramente rentable publicar según qué títulos seinen, actualmente casi todos los títulos de este tipo arrojan pérdidas, por lo que las editoriales van a apostar por el manido shōnen y también por algunos títulos shōjo potentes. Así, la edición de grandes seinen y de clásicos va a sufrir un gran golpe y supongo que tendremos que esperar a otro momento de bonanza, o al advenimiento del manga digital, para poder leer estas magníficas obras que nos estamos perdiendo.